En la familia de mi amigo Coque son muchos, muchísimos. Y claro, siendo tantos tienen sus propias tradiciones. Una de las más curiosas es la que practican cada noche de fin de año: tras las uvas, toda la familia se reune al rededor de su vídeo beta y visionan juntos la inefable versión cinematográfica de La venganza de Don Mendo, de Muñoz Seca. Nadie sabe a qué se debe este curioso rito, pero lo respetan con fidelidad cada nochevieja. Ni siquiera perdonaron el año que Coque llevó a cenar a su primera novia alemana... la pobre no entendió ni papa.

Si no habéis visto la peli, es buen momento. Además rendiréis merecido homenaje al señor de la foto que se ha ido hoy.

Salud amiguitos.

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