Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2009
Durante años estuve segura de que, tarde o temprano, me toparía con el lobo por ese bosque. Nunca sucedió: Si alguna vez anduve con un lobo por allí, fue porque yo misma le enseñé el camino. En algún caso, hasta le llevé de la mano.

TAC

Dónde se esconde el colorín que puebla hoy las calles de ésta nuestra ciudad durante el resto del año, nadie lo sabe. Cuesta creer que volverá a ser la misma pasado mañana... Niños, perros, bicis, gente sentada en el suelo, música por todas partes, increíble. Coincide justo con el momento estival en que las momias se quitan los pellejos y enseñan sus perlas y brillantes sin pudor. Es de mucha risa ver cómo se ofenden porque, por unos días, ya no son las reinas de la Acera Recoletos o la Plaza Mayor, la gente ya no se aparta a su paso temiendo rozar sus carísimos trajes. Con insolencia, se empeñan en atravesar interrumpiendo por los espacios donde trabajan los artistas piojosos, esos mismos por los que ellas, sin saberlo, se abonan rigurosamente al Teatro Calderón. La verdad, da gusto ver espectáculos en esta ciudad sin tener que soportar la sobedosis de perfumes rancios a la que te expones en el patio de butacas de nuestro teatro (es verdad, estos días te puede tocar aroma a hierba, pe

Canciones que no me acompañaron en mi boda, II

Aunque ahora que lo pienso, es mucho más apropiada esta, dónde va a parar: Años más tarde, el de las coletitas se zampó a Axel. Como dicen por ahí, no Slash, no G´n´R... Hey sugar, take slow. En qué nos hemos convertido...

Canciones que no me acompañaron en mi boda

http://www.youtube.com/watch?v=Bwu7ixmQk0c Pues sí, si se hace la horterada, se hace al completo (no dejan copiar el vídeo los del yotube)

botones

Hoy todo se consigue dándole a un botón. Le das a un botón, y se enciende. Le das a un botón, y cambia. Le das a un botón, y se apaga. Le das a un botón, y explota.

Cierra el Café España

Y, ¿ahora qué hacemos? http://www.nortecastilla.es/20090430/valladolid/cafe-espana-cierra-manana-20090430.html Si tuviera tiempo, os contaría que casi todos los días de mi vida he tomado allí mosto con mi abuelo, allí estudié, casi nunca me emborraché, allí trabajo... pfff, esto sí es una tragedia.