Vaya pufo

Antes la serie era muy cafre y un poco graciosa, pero es que esto ya es... Reune todas las pestes de las series de televisión de todos los géneros. Ahora resulta que la Afri pasa de alumna del colegio a profesora sin pasar por la casilla de salida, vamos que eso no pasaba ni en al salir de clase. Y tol día duchandose oye, pero que gente más limmmpia, en Pasión de gavilanes se duchaban menos. Y esos desayunos en familia con churros a diario, qué me dices, eh. Ese cúmulo de equívocos y malos entendidos que se amontonan en cada capítulo, uf, que estomagannnte. Y cuando por fin conseguimos deshacernos del empalagoso romance entre el cansino de Marcos Serrano (por cierto ¿no tiene la misma cara de angustia eterna de Frodo Bolsón?) y su hermanastra, resulta que la historia se repite con sus hermanos pequeños, por favor que poca gracia, mis guiones cuando jugaba de pequeña a las barbis con mi vecina eran más originales.
Me voy a la cama, ale, a ver si la luna nos deja dormir esta noche hijas.
Por cierto, este verano conocí a los auténticos serranos: ella maestra maciza, el regenta una taberna especializada en jamón con su hermano, ¡si tenían hasta jamoneta y amigo íntimo mecánico!
Comentarios
Hoy el Resines los ha metido en una Alacena y los ha vuelto a amenazar con la escobilla.
Cosas que nunca cambian.
Agonía de seis capítulos.
Yo me trago "El intermedio" y "Muchachada nui", y luego a Buenafuente.
Al menos, me río un rato antes de acostarme.
añadir que "me llamo earl" en la sexta es de lo más divertido y original desde... pues no sé.
bueno muchachada, lo de siempre...
salud-saludos