Gel

Ayer se me acabó el gel. Tiré el bote vacío al salir de la ducha y saqué uno nuevo del armario antes de secarme y antes de que se me olvidara. Es una putada estar ya en la ducha y ver que no hay gel.
Hoy he estrenado gel. Aunque en realidad no ha sido un estreno, y tampoco ha sido una ducha; ha sido un reencuentro y ha sido un viaje.
Al poner un chorretón de gel en la esponja, de repente me ha envuelto un olor familiar y lejano a la vez...mmm... El vapor del agua bien caliente se ha hecho de repente más espeso, la cortina de la ducha de mi casa ya no era una cortina, era una mampara; y los azulejos azules de mi baño ya no eran azules, eran beige claro. Al otro lado de la puerta del baño ya no se oía a mi marido cacharreando en la cocina, se oía la charleta de mi madre y mi hermana, y la música en el tocadiscos de mi padre.
No me he lavado el pelo con champú para no mezclar. He escurrido bien la esponja, me he aclarado, he cerrado el grifo y he corrido la cortina. Otra vez era una cortina, pero los azulejos aun eran de color beige. Me he envuelto en mi toalla y al abrir la ventana el vapor ha empezado a disiparse, al mismo tiempo los azulejos han vuelto a ser azules. Mi marido ha abierto la puerta del baño con un zumo recién exprimido y un beso recién sacado del horno.
Otro día, otra ducha, otro viaje. Así se ensartan las perlas del tiempo, como gotas de agua suspendidas en un cristal invisible.
Comentarios
Saludos
el calor es el cariño, ese bonito sentimiento... guapo lo que has escrito.
salud-saludos