La lluvia que caerá
Corren días propicios para regodearse en las penas.
No se si es la lluvia, la falta de luz, o la alfombra de mi salón; pero lo que apetece es apostarse en la ventana y ver llover mientras suena música bien triste. Encender la chimenea y añorar otras llamas, aun sabiendo que estás abrigada por las mejores.
No domino la técnica, así que baja hasta abajo, pica en el vídeo, sube el volumen, y disfruta de la música, la lluvia y la pena.
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