Ande, ande, ande

Muchos fantasmas tienen nombre y apellidos, algunos mis mismos apellidos. A otros no los conozco, pero se empeñan en sentarse a mi mesa y hay que darles de cenar igual que a los demás.
No todos los fantasmas pertenecen a muertos, algunos son de gente viva. Y no todos los fantasmas son igual de escandalosos, algunos no sabes que han pasado por allí hasta después de varios días, o meses, o nunca.
Y esto que pasa en mi casa casi todas las nochebuenas no es nada raro, si prestas atención puede que hayas dado de cenar a unos cuantos antes de ayer mismo.
La ilustración es de Siro López. Y, por cierto, los fantasmas de este año se han portado muy bien.
Fun, fun, fun.
Comentarios
disfruta de lo que queda de año y del que se avecina.
salud-saludos
El próximo año quiero seguir siendo fantasma, pero con alas que me permitan volar hacia navidades más alegres. Un beso.