Cabecita, el enterrador.

Cabecita, el enterrador, está enamorado de la camarera del San Juan. Ella no le hace caso.

Un día, a la hora del vermú, Cabecita le dijo a la camarera:



-Pues cuando te mueras, te he de tocar las tetas.

Comentarios

HombreRevenido ha dicho que…
Amor y destino, antes o después se hermanan. Razón no le falta al enterrador.
Sólo tendrá que tener paciencia.
Anónimo ha dicho que…
docóm era eso?
el que ríe último...
no, no,

el que muere último toca mejor.

salud-saludos

Entradas populares de este blog

La cabra, la cabra.

La Virgen de las Angustias, cultura trap y mi semana de pasión.

HUEVOS EN FÁRFULA