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Trikini

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Otro verano que se nos va sin que triunfe el trikini, vaya por dios. Cada primavera los adalides de la moda auguran "vuelve el trikini", ¿cómo que vuelve?, ¿alguna vez se instauró?  Dicho sea de antemano que a mi las piscinas me dan asquete, y que yo en la playa si no es en pelotas no estoy a gusto. Y chica, pa no estar a gusto en la playa, pues no se va. Nada me jode más que ir a una playa y no ver a nadie en bolas, es que tampoco me gusta montar el número (y yo en pelotas soy un número, sí, uno de varios dígitos) Así que tratándose de moda de baño no soy la más indicada para hablar. Pero, mira, yo en mi casa hablo de lo que me da la gana. De manera que, digo yo, si se trata de taparse las vergüenzas y nada más, lo mejor es un biquini, está claro ¿no?; el tamaño ya depende del calibre de la vergüenza de cada uno. Ahora bien, si lo que se quiere es ir mona, pues mucho mejor un bañador, que los hay que ajustan las carnes que da gloria y sientan de miedo; y si no que se lo diga...

Arar

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Hoy he visto cómo clavos de hierro se clavaban en la piel recién segada de la tierra.  Una mirada atrás, por encima del hombro, y pisar con decisión el acelerador. Tras de mi, tremenda polvareda, y la entraña de la tierra lista para saciar su sed. Los cuervos observan desde su atalaya de cables. De vez en cuando baten las alas, como para sacudiese el polvo. Un ligero viento menea los cardos secos de las cunetas, pero ni un resquicio en la cabina del tractor. Y más polvo.  La tarea está a punto de acabar, el verano toca techo, o fondo, o lo que tenga que tocar. 

Complot

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Vía Olivia, me topé con esto:  http://www.salon.com/2011/01/15/feminist_obsessed_with_mormon_blogs/tras el No soy yo de esa gente que habla inglés con fluidez (lo demuestra mi brevísima incursión en los informativos de estas navidades), pero sí me apaño con lo escrito. Le he dado vueltas horas, muchas horas.  ¿Y si todo esto no fuera más que un complot para devolvernos al "pataquebradawayoflife"? Ganchillo, cupcakes, crianza incompatible con la vida, scrapbooking... ¿amordazadas con wasitape? Pero me abro un blog, lo actualizo desde el smart que me regaló mi marido hipster el día de la madre y, ele, ya soy moderna.  Parece que tiene sentido la teoría del complot.  Somos una particular generación de mujeres. Nos educaron para la vida fuera del hogar: estudia, se independiente, recuerda que tienes los mismos derechos y obligaciones que cualquier tío, que no te amedrenten. Nuestras madres lo pelearon, muchas casi lo consiguieron.  Y ahora, ¿ahora qué? No hay curro ...

¡Qué chaparrón!

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Hay veces que las leyes de la naturaleza no funcionan. Hay días en que el amor cae del cielo. Hoy me han llovido las princesas, así, sin buscarlo, sin cien mensajes, ni cuadrar horarios ni calendarios. Amaneció despejado por fuera y nublado por dentro. Nada auguraba semejante chaparrón. Como hace el señor Manolo todos los días, me levanté, me lavé la cara, me despeiné y me atusé el bigote. Desayuné, me puse el mono y salí a la calle dispuesta a sobrellevar el día. De repente, empezaron a caer, ligeras, con su elixir de magia y realidad. Y durante todo el día me han llevado en brazos, me han dado de comer, de beber, de reír, de llorar, me han servido café. Me han colocado en el centro del universo y luego me han devuelto a mi lugar. Así son estas mis princesas. Van en vaqueros y llevan botas sin tacón, no huelen a azahar ni tienen boca de fresa; pero guardan espejos rotos en los bolsos para ver la realidad. Hay días en que las leyes de la naturaleza no funcionan. Hay veces que a p...

Dos pasitos palante y uno patrás.

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Dos pasitos palante y uno patrás, así dice mi compañera que avanza la vida. Y miro y es verdad. Hay cosas que parece no van a llegar nunca. Luego llegan, y al rato se vuelven a ir. De nuevo aparecen, para quedarse. Y cuando te quieres dar cuenta, ya han pasado de largo para no volver. Cuesta aprender este paso de baile. Exaspera en ocasiones. Exaspera como un niño que camina al lado de tu prisa deteniéndose a paladearlo todo; como una primavera que alterna frío y lluvia con ratos de sol, que no termina de llegar en un día de fiesta. Pero son los niños y las primaveras locas los que nos enseñan a bailar, así que ale, danzad, danzad malditos.

Después de un invierno malo.

Aquél año la primavera se presentó dos días antes de la noche de reyes, así, sin previo aviso. Floreció de repente y nos inundó de alegría. Después hubo otros inviernos sí, inviernos largos y fríos. Y otoños cálidos y reconfortantes, y otras primaveras, casi todas a su debido tiempo. Algún verano, que duró lo justo.  No diré que este invierno no me lo quito de encima desde el año pasado, no sería justo para los pájaros que cantan en mi ventana, llueva, truene o haga calor. Pero joder, que venga ya una primavera, que venga.

Me gusta. No me gusta

Me gusta la gente que se acuerda de las cosas. Me gusta la gente que pasa largos ratos acordándose de cosas. Me gusta la gente que se lo pasa bien y se lo vuelve a pasar bien acordándose de lo bien que se lo pasó. No me gusta la gente que se acuerda solo de sus cosas y no te incluye en la conversación. No me gusta la gente que se tropieza con su ego. No me gusta la gente a la que su ego se le atraganta y no le deja digerir a los demás. No me gusta la gente que te pregunta por tus cosas solo como entradilla para darte la tabarra con las suyas. Me gusta la gente con egos grandes pero que no estorban.