Dos pasitos palante y uno patrás.

Dos pasitos palante y uno patrás, así dice mi compañera que avanza la vida. Y miro y es verdad.
Hay cosas que parece no van a llegar nunca. Luego llegan, y al rato se vuelven a ir. De nuevo aparecen, para quedarse. Y cuando te quieres dar cuenta, ya han pasado de largo para no volver.
Cuesta aprender este paso de baile. Exaspera en ocasiones. Exaspera como un niño que camina al lado de tu prisa deteniéndose a paladearlo todo; como una primavera que alterna frío y lluvia con ratos de sol, que no termina de llegar en un día de fiesta.
Pero son los niños y las primaveras locas los que nos enseñan a bailar, así que ale, danzad, danzad malditos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La cabra, la cabra.

La Virgen de las Angustias, cultura trap y mi semana de pasión.

HUEVOS EN FÁRFULA