La cabra, la cabra.
Tras 7 años de maternidad arrolladora, hoy me traigo aquí el hastag que tanto uso en otras redes: #criandomonstruos (este trasvase inter redes tendrá un nombre moderno que, por supuesto, desconozco)
Conste lo primerito que me he hecho el firme propósito de no pelearme con la institución académica, que asumo la educación que he elegido para mis hijos y que no todo va a gustarme (bien es cierto que la elección es harto limitada, sería otra y larga cuestión).
Pero como en algún sitio tengo yo que desahogarme y aquí estoy en mi casa y digo lo que me parece, hoy vengo a dejar testimonio y, por qué no, un poco también a patalear.
Pero como en algún sitio tengo yo que desahogarme y aquí estoy en mi casa y digo lo que me parece, hoy vengo a dejar testimonio y, por qué no, un poco también a patalear.
Cachorromayor cursa 1º de EPO y hace los deberes, diarios, él solo. Rara vez se los superviso, solo si lo pide; a pesar de que su maestra nos insta a hacer los deberes con ellos y corregírselos. Una licencia que de momento me tomo, oiga.
El caso es que los deberes de ayer eran de los que me encantaban en mi colegio: el enunciado decía, literalmente "inventa y escribe tu propio trabalenguas con estas palabras..." Aun recuerdo cómo se me hacía el lápiz agua cunado me topaba con un ejercicio así en el libro de Senda.
Esto fue lo que cachorro mayor resolvió en primera instancia. |
Pero el pobre no terminaba de estar tranquilo, algo le decía que el ejercicio no era del todo correcto... ¿demasiado corto?, ¿la rima no era la adecuada? Pero sí que cumplía la consigna...
Tras consultarlo con la almohada, se levantó de la cama a hacer pis y, motu propio, resolvió sustituir la palabra "cagada" por "empanada". Aunque bajo su lógica tenía mucha más coherencia literaria la primera (hombre, no me digas que no es más fácil que una cabra se tope con una cagada que con una empanada, por no hablar de lo cómico, claro), la segunda opción le pareció más apropiada para uso escolar, de modo que el trabalenguas inventado quedó como sigue:
"una cabra encabritada se comió una empanada y se desencabritó".
Si bien algo frustrado en su instinto poético, se durmió conforme pensando en la corrección de su ejercicio escolar.
Sus adultos de referencia comentamos la jugada entre chanzas de diversa índole, no sin cierto regocijo por el carácter moderadamente díscolo y contenido de la criatura. Escribir cagada es muy zafio, pero hija, es que rimaba.
Al día siguiente los deberes venían de vuelta: "dice la profe que está mal, hay que volverlo a hacer". Vaaaya, finalmente era demasiado corto; o, claaaro, a lo mejor es que utilizó "desencabritó" en lugar de "desencabritará", no pasa nada, se hace otra vez y ya está. Menos mal que no fue con la primera versión...
Pero dice Cachorromayor que la profe ha dicho que hay que "inventar" uno igual que el que viene en el libro pero con las palabras del ejercicio; y que, para que no se vuelva a confundir en la "invención", le ha escrito como debe ser, mira, así.
Cachorro mayor coge su goma de borrar (la quinta en lo que va de curso, ¿el tuyo también se las come?), borra con rigor y acata la consigna de la profe mientras murmura por lo bajini: "sí, pero aquí pone inventar y esto no es inventar ni es nada". Me da mucha pena, y a él también aunque no lo sabe, ay madre, a ver si va a ser rabia y no pena, que al capítulo del Emocionario no hemos llegado todavía. Da igual, lo que sea enseguida se le pasa porque merienda un foskito y le toca un bote con moco de elefante ideal para chinchar a Cachorropequeño que de momento no tiene deberes y solo quiere jugar y jugar y eso, que yo sepa, no se puede hacer mal.
Yo me quedo rumiando. Me compadezco de la buena intención de la profe, que digo yo que no será por gusto escribir 26 veces lo mismo en los libros de sus pupilos, pobre mujer. Mira que estaba yo dispuesta a asumir la libre interpretación sobre los enunciados de los libros; si me apuras, consignas disparatadas que haberlas hailas. Pero esto... a punto ha estado de dar al traste con mis propósitos, ¿cómo coño se gestiona esta pena?, ¿o será rabia? ¿Cómo medir mis batallas ahora que, por fin, soy pacífica?, ¿debo instar a la rebelión o mandarles borrar sin rechistar?
Ya me entristeció la noche anterior que Cachorromayor supiera en su fuero interno e infantil que "cagada" no se dice en el cole, ni por licencia poética ni por nada.... pero que tratemos de convencer a la infancia en general y a mis cachorros en particular que "inventar" es esto, está maaal, muy mal.
Que sí, que ya sé que lo que me pasa es que me han dado donde me pica: que si la poética y la educación literaria, el instinto creador y no sé cuantas vainas más.
Pero, estimada institución (que de la profe no es toda la culpa): esto no es bueno para la poesía, y tampoco para la ciencia ni para la tecnología, ni por ende para la productividad ni el capital, no se vaya usted a pensar que soy yo una jipi comunista o algo. Que luego vendremos a implementar departamentos de I+D+suputamadre, cuando la clave está en dejar que las cabras se coman las cagadas si es menester, y estar atentos ver qué pasa.
Ay, diosss, y esto no ha hecho más que empezar. Mira, yo me voy a comer un foskito y ya está.
Comentarios