Tortilla de morgaños.


Juan Carlos y María José son un matrimonio que vive en el techo mi baño desde el mes de mayo pasado. A la vuelta de nuestras vacaciones, comprobamos que su hijo Rubén se había instalado con ellos. Se conoce que se quedó en el paro o algo así, y se vino con sus padres desde el garaje donde malvivía. 
Tres son muchos inquilinos para un baño tan pequeño como el nuestro, pero bueno, son una familia maja, no dan qué hacer; y estando ellos allí evitamos visitas más molestas, por eso lo dejamos estar. 
Antes de ayer, cuando salía de la ducha, me he crucé con María José y le pregunté por Rubén, que hacía días que no le veía. Me dijo que se había ido con una casada de piernas muy largas, y que, aunque tenían mucho disgusto, pues que qué se le iba a hacer, que los hijos son así y que ya me daré cuenta cuando crezcan los míos. 
Esta mañana he visto a Rubén, con la casada de piernas largas. Ha vuelto a casa de sus padres, en el techo de mi baño, y se ha traído a la casada y a dos arañas chiquititas que deben ser hijas suyas. No parece que sean hijas de Rubén, no sé cuánto dura la gestación en los arácnidos, pero yo creo que no le ha dado tiempo. 
Juan Carlos y María José son muy buenos, parece que les han aceptado a todos en su casa, sin malas caras ni nada. Pero chica, yo ya no sé. 
Hoy he hecho limpieza en el baño y me he saltado el techo, es que me da no sé qué. 


Comentarios

Provinciana ha dicho que…
Solo ocupan su rincón

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