Me acuerdo.

Me acuerdo de cuando mi padre me llevó a una ferretería y me dijo “te voy a comprar una cosa”. Me acuerdo de la ilusión, de la decepción y del orgullo, por ese orden. Me acuerdo cada vez que paso por una ferretería.
Me acuerdo de cuando me dijeron que mi hermana iba a nacer. Me acuerdo de mi madre y de mi abuela, mi padre y mi abuelo no sé si estaban o no. Me acuerdo de la voz de mi madre en mi oído, no de las palabras, sí de la voz. Y de la mirada acuosa de mi abuela. Y de mi loca felicidad.
Me acuerdo del frío la primera vez que fui a Cuenca. Y del abismo que allí descubrí.
Me acuerdo de lo que se veía por la ventana desde mi cama en casa de mis padres, de cada luz tras cada ventana del edificio de enfrente. Y de soñar, de soñar despierta.
Me acuerdo de los amaneceres químicos en las playas del sur. De las olas en nos pies, del vértigo y el escalofrío, del brillo del agua y del sol. Me acuerdo del gazpacho frío que una mañana me dio un pescador.

Me acuerdo de cosas imposibles.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
con la mala memoria que tenemos para otras cosas... (lo que comí ayer, por poner un ejemplo)
Anónimo ha dicho que…
con la mala memoria que tenemos para otras cosas... (lo que comí ayer, por poner un ejemplo)

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