Pieles morenas, neveras desoladas.










Comenta Luis el de la Overuela, que a pesar del nombre es la persona más cosmopolita que conozco, lo duro que es volver a la realidad, y lo dibuja así de bien:
"Cambiar un atardecer con mojito en una cala perdida por
una tarde ante el mostrador de embutidos para rellenar la nevera".
Y al leerle una oleada de otoño levanta el vuelo de mi vestido veraniego.
Hallar placer tras los mojitos es tan complicado... Pero, ya entrado el mes de octubre, llegará un viernes en que, tras una dura semana de trabajo, te plantarás delante de ese mismo mostrador a elegir con deleite las viandas para disfrutar del fin de semana. ¿Los mojitos fueron reales, aquella cala y aquellos atardeceres no los viste en una postal? Mira que los atardeceres de mediados de septiembre en el páramo hacen estallar una paleta de colores que acojona al café del mar.
Y ya que estamos por recordar a los viejos amigos, tampoco vamos a hacer ahora como Consuelo, que pocas veces hizo honor a su nombre y no se iba de vacaciones para no tener que volver...
En cualquier caso aquí ya nada será igual, ni la lista de la compra ni los mojitos frente al mar.

Comentarios

loveruela ha dicho que…
Cariño, casi me convences!! Pero no es lo mismo estar viendo un atardecer en el páramo Castellano disfrutandolo con un buen vino, lomo y jamón ibérico y un queso de Villalon, con los amigos de siempre, que enfrentarse al mostrador del Caprabo, con la vendedora que cambia cada mes, y mirando lascivamente las viandas de la tierra y acabar pidiendo 400gr de pavo y queso ambos 0% de grasa, para mantener la línea las últimas semanas del verano. Pues sí, quién dijo qué para ser moderna no hay qué sufrir?
En septiembre espero ir a Valladolid y ojalá podamos comer juntos el embutido otoño.
Ah, se me olvidaba, yo lo de la Overuela lo veo de lo más cosmopolita, de creo qué la nueva colección de Ton Ford se llamará "Overuela road" :)
Un beso guapa y suerte con el blog
Provinciana ha dicho que…
Pues seguro que para el que no sepa, Overuela suela a "all over the world". No pasa nada porque se acabe el verano, que las botas, las medias gordas y las bufandas son divinas!
vaderetrocordero ha dicho que…
El que no se consuela es porque no quiere. A mí me encanta cuando empieza a hacer calor ("ya llegan la vacaciones", me digo) y luego me encanta cuando empieza a hacerse de noche antes y llega el fresquito ("qué entrañable y hogareño es el otoño" me digo también).

Y en un par de semanas fiestas y vuelta al cole (con sus fiestas universitarias correspondientes).
Anónimo ha dicho que…
...y bolsillos vacios.
salud-saludos
Patricia Picazo ha dicho que…
"una oleada de otoño levanta el vuelo de mi vestido veraniego". Qué buena frase. Qué bien te ha quedado el post. A mí hasta me ha alegrado ver a los compañeros de curro... ¿Estaré enfermando?

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