Vampiros en la Habana
Por aquél entonces los vampiros no eran como los de ahora, que en vez de chingar subliman sus instintos sobrevolando bosques como imbéciles. La tele tampoco era la misma y, desde luego ni los padres ni los maestros se parecían en nada a los de hoy, al menos los que yo tuve la suerte de tener. De no ser así, no habría modo de explicar el impacto que esta peli produjo en las vidas de los niños de mi clase, pasamos largos recreos jugando a ella en el colegio con rejas en el que nos encerraron tras años de vida salvaje. Inventamos una canción sobre sus personajes que aun me sorprendo tarareando de vez en cuando.
Ahora la veo y entiendo algunas cosas, otras no... pero qué más da. Te la recomiendo, y no se si a tus hijos también.
Comentarios
Esta película también produjo un revuelo notable en mi clase, acuñó nuevas expresiones y nos impactó mucho, cierto. Estos vampiros, con sus vicios (tan reconocibles), nos prefiguraban.
Los niños de ahora no se asombran con nada, nada les abofetea, y claro, se creen muy listos y se vuelven rancios.