Ain't No Sunshine, que salga el sol por donde quieras.
Estamos que no sabemos si sale o no sale el sol.
A ratos hace un día espléndido y a ratos oscurece como si fuera noche cerrada. Y así no hay cristo que se decida:
¿saco el tendedero o lo dejo dentro?
¿entro ya en astenia o lo dejo para luego?
¿salmorejo o sopa de cocido?
¿quiero que vengas a verme o prefiero que te vayas con viento fresco?
¿les pongo camiseta interior o van en manga corta?
¿quito el edredón o espero a sacar la colcha?
Pues mira, yo me pongo a Bill Withers, este tema en particular, que es de los que no sé si me pone las pilas o me hunde en el pozo, y ya está, que salga el sol por donde quiera.
Porque al fin y al cabo, tardará menos o tardará más, la ropa se va a secar igual.
Si no le echamos la culpa a la astenia se la echaremos al síndrome premenstrual.
Te echo de menos hasta cuando estás.
El cocido siempre gusta, y de todas formas tampoco tengo tomates.
Ellos siempre llevan los riñones al aire y lo mismo les da.
Este edredón mio ni da ni quita: mantiene mi temperatura corporal.
Le gustaría a mi padre, yo creo que sí.
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