Que soy muy zurda coño.

A pesar de lo difícil de atarme lazadas en los cordones de los zapatos, de no poder abrir latas ni cortar con las tijeras sin molerme los dedos.
A pesar de que aprender a poner las letras en su sitio fue un infierno de incomprensión del que ya no me acuerdo.
A pesar de que los ejes cronológicos de la Pepa fueran un martirio, y abscisas y ordenadas ni te cuento. Y, ay, las putas mesas de paleta.
A pesar de que los pelapatatas y los cuchillos de sierra no están hechos para mí.
A pesar de ponerme perdida de tinta o de tiza cuando escribo.
A pesar de no poder jugar a bádminton sin hacer una cosa rarísima.
A pesar de que sacarme el carné de conducir me costó medio millón de pesetas, de las de entonces, se dice pronto.
A pesar de verme obligada a comer siempre al lado de mi cuñada, y de no poder usar cuadernos de espiral.
A pesar de que nadie me sepa enseñar a hacer punto, ni ganchillo, ni caligrafía con plumilla, con lo que me gusta, joder.
A pesar de no poder disfrutar de los dibujitos monísimos de las tazas mientras bebo, de no poder usar la paleta del pescado, y de que de instrumentos musicales ni hablamos...
A pesar de todo eso, me gusta ser zurda. Me gusta mucho.






Comentarios

Provinciana ha dicho que…
Pero y el moreno éste...¿también es zurdo?

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