Tras 7 años de maternidad arrolladora, hoy me traigo aquí el hastag que tanto uso en otras redes: #criandomonstruos (este trasvase inter redes tendrá un nombre moderno que, por supuesto, desconozco) Conste lo primerito que me he hecho el firme propósito de no pelearme con la institución académica, que asumo la educación que he elegido para mis hijos y que no todo va a gustarme (bien es cierto que la elección es harto limitada, sería otra y larga cuestión). Pero como en algún sitio tengo yo que desahogarme y aquí estoy en mi casa y digo lo que me parece, hoy vengo a dejar testimonio y, por qué no, un poco también a patalear. Cachorromayor cursa 1º de EPO y hace los deberes, diarios, él solo. Rara vez se los superviso, solo si lo pide; a pesar de que su maestra nos insta a hacer los deberes con ellos y corregírselos. Una licencia que de momento me tomo, oiga. El caso es que los deberes de ayer eran de los que me encantaban en mi colegio : el enunciado decía, literalmente ...
Cuando yo era pequeña pensaba que estas personas que aparecen en la portada eran de todas de mi familia. La mujer del jersey amarillo (me flipaban mucho esos filtros de color) se me parecía a mi madre porque era la más guapa. La cazadora del señor del primer plano era de mi padre, ignoro cómo llegó hasta la foto. Los otros eran tíos segundos míos, y unos amigos penenes de mis padres que habían venido de Ponferrada. Eso era así y sanseacabó, como son las cosas con 6 años. Yo no sabía qué es ser castellana. Ahora tampoco. Y es que, sin ser yo nacionalista de ninguna clase ni dios que lo fundó, llegadas estas fechas se me encrespan las espigas como a mi querida excobloguera de camino a la City por los metros de Londres. Aquí no hay dragones, no señor, ni las calles huelen a azahar. Aquí, sin fantasías ni cursiladas, la opulencia de las cunetas con su avena loca y sus amapolas y sus cardos borriqueros, está ahí para quién la quiera ver. Ayer tuve un grave brote de encrespamiento al ir...
Como estamos de vacaciones nos secamos el pelo con secador. Desayunamos tarde, dulce o salado o de los dos. Tenemos la casa limpia y las lavadoras al día. Vemos muchas películas de cine familiar en versión extendida. Juegan a la maquinita más de lo que yo quisiera y menos de lo que ellos quieren. Juegan con los juguetes que estaban al fondo del montón de los juguetes. Sacamos el scalextrix, que es una movida muy tocha. Nos leemos toda la saga de moda que teníamos pendiente. Dorminos siesta si es que queremos, trasnochamos y nos levantamos muy tarde o muy pronto según los gustos de cada uno. Nos enfadamos y nos desenfadamos con fluidez, sin que de tiempo a que se nos olvide por qué. Hacemos planes para ir a la ciudad y a última hora siempre nos da pereza ir. La niebla del río y el rugido de la caldera nos amarran a esta casa como en una peli de terror. Es el último lunes del año y es tan poco lunes que parece que todo se detiene aquí, que la vida se ha quedado pillada en un dom...
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